Era verano cuando Claudia, como todos los días asistió a sus prácticas de equitación, ya que el fin de semana sería la competencia, la más esperada , que sucedía solo una vez al año.
Llegado el día de la competencia, Claudia ya estaba preparada para dar a conocer su gran habilidad y con el propósito de ganar.
Comenzó todo, llegado el turno de ella estaba tan nerviosa que empezaba a sentirse mal, pero con ayuda de su madre y su entrenadora la apoyaron y la alentaron a que todo saldría muy bien, ella tenía mucho potencial.
Salió montada en su caballo, trotando hasta llegar al primer obstáculo, el cuál pasó sin ningún problema, después el segundo obstáculo y así consecutivamente hasta el octavo y último, en el cuál sucedió un accidente, su caballo no había logrado saltar correctamente el obstáculo y había caído junto y sobre la pierna de Claudia, eso podría ser muy malo para ella ya que no sabían a que grado podría ser la lesión y si sería permanente.
Tras unas horas de haber sido trasladada al hospital y ser sometida a un chequeo, le dieron los resultados, jamás podría volver a practicar equitación. El daño había sido fatal para su gran pasión por los caballos.