Era Sábado, día en el que Renata salía con sus amigas al café y luego de antro, disfrutando de la noche, luego de una larga y pesada semana de escuela.
Después de comer y conversar un poco con sus padres, comenzó a arreglarse para ir al café donde se había quedado de ver con sus amigas. Al finalizar solo esperaba la hora para salir de casa.
Llegado el momento salió y fue con sus amigas, charlando y riendo de chismes, comentarios y todo, la pasaban increíble. Después de unas horas llego el momento en que irían al antro, llegando comenzaron a bailar y a echar un poco de relajo, en fin pasándosela de lo mejor.
A lo lejos Renata sentía la mirada de un joven bastante guapo, aquel que no se atrevía a acercarse e invitarla a bailar, después de un rato el chavo se animó y bailaron toda la noche, encantados los dos porque en realidad se habían gustado. Era hora de irse y ninguno de los dos quería separarse.
Al despedirse Renata jamás imagino que aquel chavo le robaría un beso. Beso que en su vida olvidaría.
Después de comer y conversar un poco con sus padres, comenzó a arreglarse para ir al café donde se había quedado de ver con sus amigas. Al finalizar solo esperaba la hora para salir de casa.
Llegado el momento salió y fue con sus amigas, charlando y riendo de chismes, comentarios y todo, la pasaban increíble. Después de unas horas llego el momento en que irían al antro, llegando comenzaron a bailar y a echar un poco de relajo, en fin pasándosela de lo mejor.
A lo lejos Renata sentía la mirada de un joven bastante guapo, aquel que no se atrevía a acercarse e invitarla a bailar, después de un rato el chavo se animó y bailaron toda la noche, encantados los dos porque en realidad se habían gustado. Era hora de irse y ninguno de los dos quería separarse.
Al despedirse Renata jamás imagino que aquel chavo le robaría un beso. Beso que en su vida olvidaría.
.jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario