Era noche de brujas, día en el que los niños salen disfrazados a pedir dulces tocando de casa en casa.
Pero ninguno contaba con que especialmente ese día llegaría la bruja más temida por todo el pueblo. Así que sin importar salieron y disfrutaron, hasta que dieron las 12 de la noche y la luz de la luna estaba tan clara que alumbraba todo el pueblo. En ese momento era el indicado para aparecer y hacer de las suyas espantando a uno que otro niño y robándole sus dulces, dejándolos espantados y con lágrimas en los ojos. Pero un día fue atacada por varios niños, que ahora la asustada había resultado ella. Tras esa experiencia no le quedaron ganas de hacerlo nuevamente, así que lo que hizo fue ser amistosa y todos los días de brujas salir con ellos y divertir a los niños enseñándoles el verdadero significado de ese día tan especial.
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